CARRUSEL

s谩bado, 22 de marzo de 2025

¿Qu茅 dice la Iglesia sobre la pena de muerte?

Dale Recinella, ex abogado de 茅xito en Wall Street, ha dedicado su vida desde 1998 a acompa帽ar espiritualmente a los condenados a muerte en las penitenciar铆as de Florida como capell谩n laico, junto a su esposa Susan. Su labor se detalla en su libro Un cristiano en el corredor de la muerte, que se publicar谩 el pr贸ximo 27 de agosto por la editorial Vaticana, y con pr贸logo del Papa Francisco. El Pont铆fice destaca que la obra de Recinella es «una adhesi贸n tenaz y apasionada a la realidad m谩s 铆ntima del Evangelio de Jes煤s», se帽alando que su labor refleja «la infinita misericordia de Dios».

El Papa Francisco record贸 c贸mo conoci贸 a Dale Recinella en una audiencia y c贸mo, a lo largo de los a帽os, ha seguido su historia a trav茅s de art铆culos en L'Osservatore Romano, el peri贸dico de la Ciudad del Vaticano. Para el Pont铆fice, la vida de Recinella es un claro ejemplo de c贸mo alguien, con planes distintos para su futuro, pudo convertirse en capell谩n laico y padre de familia, dedicando su vida a acompa帽ar espiritualmente a los condenados a la pena de muerte.

El Papa Francisco ha reiterado en el pr贸logo su condena a la pena de muerte, subrayando que «las ejecuciones, lejos de hacer justicia, alimentan un sentimiento de venganza que se convierte en un veneno peligroso». En su pr贸logo, resalta la importancia de ofrecer a los presos la oportunidad de cambiar sus vidas, afirmando que la pena capital «es inadmisible porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona». Con este libro, el Santo Padre ha destacado como Recinella testimonia que el amor de Dios es ilimitado y que, incluso en el corredor de la muerte, la misericordia divina est谩 presente.

¿Qu茅 dice la Iglesia sobre la pena de muerte?

La Iglesia cat贸lica ha adoptado una postura firme contra la pena de muerte, consider谩ndola «inadmisible» en todos los casos, tal como se reflej贸 en la modificaci贸n del art铆culo 2267 del Catecismo de la Iglesia Cat贸lica, aprobada por el Papa Francisco. Esta revisi贸n subraya que, aunque hist贸ricamente se consider贸 que la pena capital era una respuesta leg铆tima, en casos excepcionales, a cr铆menes graves y un medio para la protecci贸n de las personas, hoy en d铆a se reconoce que la dignidad de la persona humana no se pierde, incluso despu茅s de cometer delitos graves.

Art铆culo 2267 del Catecismo

2267. «Durante mucho tiempo el recurso a la pena de muerte por parte de la autoridad leg铆tima, despu茅s de un debido proceso, fue considerado una respuesta apropiada a la gravedad de algunos delitos y un medio admisible, aunque extremo, para la tutela del bien com煤n.

Hoy est谩 cada vez m谩s viva la conciencia de que la dignidad de la persona no se pierde ni siquiera despu茅s de haber cometido cr铆menes muy graves [...] Por tanto la Iglesia ense帽a, a la luz del Evangelio, que 'la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona', y se compromete con determinaci贸n a su abolici贸n en todo el mundo».


La nueva redacci贸n de este punto del Catecismo se apoy贸 en un discurso del Papa Francisco pronunciado en 2017 con motivo del XXV aniversario del Catecismo de la Iglesia Cat贸lica. En este, el Pont铆fice afirm贸 rotundamente que «la condena a muerte, en cualquier circunstancia, es una medida inhumana que humilla la dignidad de la persona», adem谩s de subrayar que es contraria al Evangelio porque «con ella se decide suprimir voluntariamente una vida humana, que es siempre sagrada a los ojos del Creador y de la que s贸lo Dios puede ser, en 煤ltima instancia, su 煤nico juez y garante».

El ex prefecto de la congregaci贸n para la Doctrina de la Fe, el cardenal Luis Ladaria, explic贸 en el documento oficial de la redacci贸n de este nuevo punto que esta nueva formulaci贸n no contradice las ense帽anzas anteriores del Magisterio, sino que las desarrolla en un contexto social actualizado. Anteriormente, el Catecismo permit铆a la pena de muerte en casos extremadamente raros cuando era el 煤nico medio para proteger la vida humana frente a un agresor. Sin embargo, reconoc铆a que tales situaciones eran pr谩cticamente inexistentes en la actualidad, como afirm贸 san Juan Pablo II en el punto 56 de su enc铆clica Evangelium Vitae : «suceden muy rara vez, si es que ya en realidad se dan algunos».

As铆, el Papa reiter贸 en su discurso que: «La Iglesia siempre ha ense帽ado de manera coherente y autorizada la defensa de la dignidad de la vida humana, desde el primer instante de su concepci贸n hasta su muerte natural». Con esta nueva ense帽anza, la Iglesia subraya su firme compromiso con la protecci贸n de la vida en todas las etapas y circunstancias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario