“De ninguna manera hay un candidato preferido católico por la Iglesia. Ninguno. Si son buenos, deben ser elegidos. Y si son malos, no hay que elegirlos, por más católicos que sean. Aquí lo que prima es la conciencia del bien que puede realmente realizar”, señaló el prelado ante los fieles y oyentes de la ceremonia, exhortando a no permitir que la religión sea utilizada como argumento político.
El cardenal también dedicó parte de su mensaje a la juventud, reconociendo el rol de la llamada Generación Z en las recientes movilizaciones masivas en el Centro de Lima. Castillo destacó que los jóvenes han salido a reclamar justicia, orden y cambios frente a leyes consideradas injustas, como la norma que obliga a afiliarse a un seguro a los 18 años.
“Y estos signos que estamos viendo en nuestras calles no son motivo para decir: ‘Esta gente, terrorista’. No, no, no, aquí no hay terroristas, aquí hay personas con derechos, con dignidad. Y nuestros jóvenes, por más que sean llamados Generación Z, tienen mucho que decirle a la humanidad. Son la última palabra que hay que decir, la última letra del abecedario: esperanza. Vamos a decir esperanza con Z“, expresó.
Con estas declaraciones, el líder de la Iglesia católica en Perú no solo reafirmó la neutralidad religiosa en el proceso electoral, sino que también se alineó con la preocupación de diversos sectores sociales respecto a la desigualdad y a la falta de escucha por parte del Estado.
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