El sacerdote trabajó durante años para la Prelatura de Chuquibamba y deja un legado admirable. Era docente y había cumplido 90 años. Se dedicó a llevar la parroquia San Úrsula por más de 25 años.
Horas más tarde, el P. Siju, párroco actual de la Parroquia Santa Úrsula, celebró una misa y lo recordó como un sacerdote ejemplar, humilde, alegre y muy trabajador. Según el sacerdote, el padre Felipe será un ángel entre los ángeles.