CARRUSEL

s谩bado, 14 de diciembre de 2019

Este domingo, la liturgia se viste de rosa


El 15 de diciembre, tercer domingo de Adviento, celebramos el Domingo Gaudete o de la Alegr铆a, cuya liturgia comienza con una invitaci贸n clara: “estad alegres”. En esta fecha se permite la vestimenta color rosa como signo de gozo, y la Iglesia invita a los fieles a alegrarse porque ya est谩 cerca el Se帽or.

En la Corona de Adviento se enciende la tercera vela, que suele ser tambi茅n rosada. Hay dos domingos en el a帽o lit煤rgico en los que se puede usar el color rosa en la vestimenta del sacerdote: el tercer domingo de Adviento o Gaudete y el cuarto domingo de Cuaresma o Laetare. Y con ellos se recuerda que ya est谩 pr贸xima la alegr铆a de la Navidad o de la Pascua, respectivamente.

¡Estad siempre alegres!
En el tercer domingo de preparaci贸n para celebrar la Natividad del Se帽or, la Iglesia se despierta con un grito de alegr铆a por la cercan铆a de la fiesta: «Estad siempre alegres en el Se帽or; os lo repito, estad alegres»

«Estad siempre alegres en el Se帽or; os lo repito, estad alegres». «Esta frase de san Pablo marcaba la antigua liturgia, y tambi茅n la reformada, con un esp铆ritu de regocijo. Estad alegres porque viene el Se帽or, porque pronto vamos a recordar c贸mo vino por primera vez… Pero estad alegres… ¡siempre!», explica Emilio L贸pez Navas, profesor de Sagrada Escritura en los centros de formaci贸n diocesanos.

«Esta alegr铆a no es evasi贸n de la realidad, no es escape a un mundo de ilusi贸n en el que no existen los problemas. La felicidad que la Navidad nos trae viene envuelta en pa帽ales; la alegr铆a que estas fiestas nos anuncian acampa en el portal y no en el palacio. A煤n entre los mayores problemas, en las situaciones m谩s complicadas quien espera que se cumpla la promesa divina encuentra una raz贸n para ser feliz. Hablamos, o mejor dicho, celebramos una alegr铆a profunda, radical: celebramos la alegr铆a, anticipaci贸n de la eterna acci贸n de gracias que tendremos en el cielo. All铆, entonces, Dios mismo “les secar谩 toda l谩grima de los ojos, y no habr谩 m谩s muerte ni tristeza ni llanto ni dolor"», a帽ade Emilio.

¿Y la tristeza?
Hablar de alegr铆a es tambi茅n hablar de tristeza. Son muchas las personas que no encuentran motivos de alegr铆a en su vida y viven en una profunda tristeza. ¿C贸mo diferenciar la tristeza espiritual de la tristeza patol贸gica? El sacerdote jesuita Adri谩n L贸pez, psic贸logo cl铆nico especializado en acompa帽amiento espiritual, visit贸 recientemente M谩laga para impartir las jornadas de formaci贸n permanente para el clero y afirma que «al hablar de la tristeza psicol贸gica le podemos poner grados de intensidad y grados cualitativamente distintos hasta llegar a la depresi贸n como enfermedad. Al hablar de tristeza espiritual tambi茅n le podemos poner intensidades diversas hasta llegar a hablar de desolaci贸n espiritual que las hay muy intensas».

En este sentido, «al contrastar la desolaci贸n espiritual y la depresi贸n cl铆nica, podemos encontrar que la desolaci贸n espiritual tiene relaci贸n directa con la ausencia o el alejamiento de Dios en mi vida, no lo siento, no lo veo, no lo experimento cerca de m铆 y si 脡l es la vida y la alegr铆a, me quedo triste y apagado. La desolaci贸n es disminuci贸n de fe, de esperanza, de caridad; repercute en toda la persona: es obscuridad a nivel intelectual, tristeza o agitaci贸n a nivel afectivo y pereza o poco 谩nimo o fuerzas a nivel vomitivo».

Hay que tener en cuenta, seg煤n el P. Adri谩n L贸pez, que «en la depresi贸n la persona se ve incapacitada para afrontar su trabajo o estudio y quiz谩s se tiene que quedar varios d铆as en la cama o en su casa… esta conducta no se sigue en la desolaci贸n espiritual donde la persona puede afrontar bien sus responsabilidades y tareas aunque est茅 en desolaci贸n».

Fuente: Di贸cesis M谩laga