lunes, 12 de febrero de 2018

Estos monjes hacían un ayuno a base de cerveza durante la Cuaresma


Durante los 40 días de Cuaresma, los católicos ayunan y suelen abstenerse de dulces, tecnología, alcohol y otros lujos. Sin embargo, hubo un grupo de monjes que decidieron realizar durante este tiempo litúrgico un ayuno bastante peculiar ya que consistía únicamente en tomar cerveza.


La historia es contada por Martin Zuber, el maestro cervecero y sommelier de cerveza de la compañía alemana Paulaner, fundada en 1634. Esta compañía está presente en 70 países y es considerada como una de las cervecerías más importantes que participan en el Oktoberfest de Munich (en Alemania), el festival de la cerveza.

En el siglo XVII, un grupo de monjes de la Orden de los Mínimos (Paulaner monks en alemán), fundada por San Francisco de Paula, se mudó del sur de Italia al monasterio de Neudeck ob der Au en Baviera (Alemania).

Zuber comentó que durante la Cuaresma, los monjes no podían consumir alimentos sólidos. Como ellos requerían algo más sustancioso que el agua, se adaptaron al elemento de la región que se ajustaba a sus necesidades: la cerveza.

Los monjes decidieron fabricar su propia cerveza. Esta contenía una gran cantidad de carbohidratos y nutrientes que los ayudaban a soportar el ayuno. Su sabor era dulce y el nivel de alcohol era bajo. Por su fuerte consistencia la llamaban “el pan líquido”. Este tipo de cerveza está catalogada en el tipo doppelbock y su color es oscuro.

Tiempo después comenzaron a ofrecer su cerveza al público, incluso la daban como una especie de “limosna” para los más necesitados. Después la vendieron a la comunidad y se convirtió en un producto de la cervecería Paulaner.

Zuber comentó que la cerveza de los monjes fue bautizada con el nombre “Salvator”, que proviene de “Sankt Vater”. La traducción de estas palabras es “la cerveza del Santo Padre”.

¿Se puede hacer este ayuno?

Muchos se preguntarán si realmente se puede hacer un ayuno a base de cerveza. En el año 2011, un periodista leyó la historia de los monjes y decidió recrear su ayuno.

Se trata de J. Wilson, un cristiano que trabajaba como editor de un periódico en Iowa (Estados Unidos). Él consiguió el apoyo de una cervecería local y durante toda la Cuaresma sólo bebió la cerveza doppelbock.

Wilson estuvo bajo la supervisión de un médico y obtuvo un permiso especial en su trabajo para realizar el ayuno. Bebía cuatro cervezas cada día de la semana de trabajo, entre lunes y viernes. Los sábados y domingos bebía cinco cada día.

Él contó su experiencia en un post publicado en el blog de CNN, a la que calificó como “transformadora” y no perjudicial para la salud.

Durante los primeros días del ayuno, Wilson estuvo hambriento, pero “entonces mi cuerpo cambió de marcha, reemplazó el hambre por el enfoque, y me encontré operando en un túnel de claridad diferente a todo lo que había experimentado", escribió.

Wilson también indicó que se dio cuenta de que el cuerpo humano “es capaz de hacer mucho más de lo que creemos. Puede escalar montañas, correr maratones y, sí, puede funcionar sin comida durante largos períodos de tiempo”.

Como resultado de su ayuno a base de cerveza, Wilson perdió cerca de 11 kilos. También aprendió a practicar la autodisciplina.

Durante la Cuaresma también practicó otro ayuno: alejarse de los medios de comunicación. Debido a que él escribía en el blog sobre su ayuno, Wilson recibió numerosas solicitudes para entrevistas. Sin embargo, él las rechazó para enfocarse en el propósito espiritual de su ayuno.

“La experiencia probó de que la historia de que los monjes ayunaban con cerveza no sólo era posible sino también probable”, concluyó.

“Me di cuenta de que los monjes debieron estar muy conscientes de su propia humanidad e imperfecciones. Para volver a Dios, ellos realizaban esta práctica anualmente que no sólo implicaba un sacrificio, sino que los hacía enfocarse y los ayudaba a redescubrir sus propias deficiencias en un esfuerzo por perfeccionarse continuamente”, manifestó.

Actualmente, durante los 40 días que dura la Cuaresma, los católicos no están obligados a dejar de consumir alimentos sólidos, pero tienen que realizar alguna penitencia.

El ayuno consiste en quitar la comida principal del día (el almuerzo) y se la reemplaza por pan y agua. Si no es posible, por motivos de salud o rango de edad, conviene que las comidas sean sobrias.

Esta práctica es obligatoria para todos los mayores de edad hasta que hayan cumplido 59 años.

La Iglesia nos pide hacer ayuno durante los tiempos de Cuaresma y de Adviento. Durante la Cuaresma, se pide ayunar todos los viernes. También se debe practicar en el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.

Traducido y adaptado por María Ximena Rondón. Publicado originalmente en CNA.