Luego de que el Arzobispado de Lima y el Gobierno peruano confirmaran que la sede de la misa que el Papa Francisco ofrecerá el 21 de enero del 2018 será la Base Aérea Las Palmas, el arzobispo de Lima, monseñor Juan Luis Cipriani, se dirigió a la prensa y a los fieles en una conferencia.
Cipriani comenzó saludando por su cumpleaños al presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski. Luego, destacó el acuerdo que se hizo sobre el escenario de la misa, pero reconoció que no concordaba con la locación elegida por tratarse de una establecimiento militar.
"Ahora en Las Palmas, espero que haya acceso fácil a la población. No puedo obviar que es una base militar y no me gustaba por eso. Pero hoy, ya resuelto el tema, ojalá que toda la población, en una gran cantidad, pueda acceder", señaló.
Cipriani admitió que era necesaria una locación amplia debido a la gran cantidad de fieles que asistirían. "Quiero manifestar que hemos coincidido en este cambio por un motivo muy sencillo: que el Papa viene a encontrar a un pueblo peruano inmensamente católico, y el clima innecesario de polémica tenía que cortarse para que prime el sentido común", dijo.
El líder religioso dejo entrever que no estuvo totalmente de acuerdo con la conclusión final, pues recordó que ya se había confirmado la Costa Verde como sede. "Quiero dejar claro que habíamos dado pasos con el visto bueno del Vaticano y las delegaciones para ir a la Costa Verde, pero no es mi propósito discutir con nadie, sí invocar al periodismo a que nos unamos por la esperanza", dijo.
Fin de la polémica
La controversia por el escenario de la ceremonia se inició luego de que el viceministro de Gestión Institucional del Ministerio del Interior, Ricardo Valdés, dijo que la Costa Verde estaría descartada por la dificultad de evacuar en caso de un terremoto o tsunami.
Según el decano del Colegio de Arquitectos del Perú, Arturo Yep, la Costa Verde no era un escenario seguro. “En caso de un terremoto de 8,5, el tiempo de llegada de la primera ola sería de solo 15 minutos y con alturas de ocho metros o más, escenario que imposibilitaría la evacuación segura”, opinó.
Para los alcaldes de Magdalena del Mar y San Miguel, la Costa Verde no solo era segura, sino que ya fue sede de grandes eventos como la feria Mistura, el Dakar y la Marcha por la Vida.
Según el decano del Colegio de Arquitectos del Perú, Arturo Yep, la Costa Verde no era un escenario seguro. “En caso de un terremoto de 8,5, el tiempo de llegada de la primera ola sería de solo 15 minutos y con alturas de ocho metros o más, escenario que imposibilitaría la evacuación segura”, opinó.
Para los alcaldes de Magdalena del Mar y San Miguel, la Costa Verde no solo era segura, sino que ya fue sede de grandes eventos como la feria Mistura, el Dakar y la Marcha por la Vida.