jueves, 21 de septiembre de 2017

Pescador cae a acantilado y pierde la vida en Quilca


Camaná. Un pescador halló horrible muerte tras caer a un acantilado de más de 50 metros de altura. El hombre que se dedicaba a la pesca murió en el acto, completamente destrozado.


Ricardo Muñoz Vásquez (61), salió el miércoles 20 a pescar en el sector de Quilca, en la provincia de Camaná. De improviso, perdió el equilibrio y su cuerpo terminó en el fondo de la quebrada, en medio de unos peñascos. No soportó las lesiones de la caída.

Rescate de secuneme
Sus compañeros de oficio se dieron cuenta que en el fondo del acantilado, ubicado a la altura del kilómetro 8,5 de la carretera Camaná-Quilca, se hallaba un cuerpo sin vida, por lo que dieron aviso de inmediato a la comisaría de Camaná.

Minutos más tarde llegaron hasta el lugar conocido como “El Pesquero” y por lo inaccesible del lugar donde cayó el pescador pidieron el apoyo de la Sección de Unidades de Emergencia (Secuneme) de Camaná para proceder a su rescate.

También se hizo de conocimiento del hecho al fiscal de turno, Hugo Romaña Velarde para proceder al levantamiento del cadáver. El fiscal llegó a la zona acompañado del médico legista Carlos Espinoza Hallasi. El rescate se logró al promediar las 14:30 horas. Se hizo la inspección del cuerpo sin vida logrando identificarlo como Ricardo Muñoz Vásquez.

Romaña dispuso el internamiento del cuerpo sin vida en la morgue del hospital apoyo Camaná para la necropsia correspondiente.

Partida inesperada
Muñoz Vásquez radicaba en el pasaje Jáuregui Lote 6 de la avenida la Córdova en Camaná. Según sus familiares y amigos se dedicaba a la pesca. En horas de la mañana salió a dedicarse a su labor habitual.

Por lo accidentado de la zona, se presume que el occiso se resbaló y desbarrancó. En su caída se fue golpeando con la roca maciza hasta caer en vacío.

Tenía múltiples fracturas en su cuerpo. El personal de rescate lo asió a una canastilla y asistidos por sogas lo rescataron. Sus familiares protagonizaron desgarradoras escenas de dolor.


Fuente: Diario Sin Fronteras