Padre, gracias por caminar con nosotros, por escucharnos, por enseñarnos a acercarnos más a Dios y por guiarnos con paciencia y entrega. Como dijo el Santo Cura de Ars: «El sacerdocio es el amor del Corazón de Jesús». Ese amor lo vemos en su manera de servir, en sus palabras que animan y en su presencia en los momentos más importantes de nuestra vida.
Pedimos a Jesús Buen Pastor que le dé siempre fuerzas y alegría para seguir adelante, y a Nuestra Madre, la Virgen de la Candelaria, que lo cubra con su manto y lo acompañe cada día.
¡Feliz día del Párroco, padre Félix!

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