Hoy, 1 de abril, recordamos con cariño y gratitud a Blanca Martínez, quien falleció un 1 de abril de 2021. Blanca, quien ya padecía de una enfermedad que había marcado su vida en los últimos años, dejó un legado que perdura en la comunidad de la Iglesia de El Cardo, donde fue una gran colaboradora y amiga de todos.
A lo largo de los años, Blanca formó un equipo inseparable con su amiga Malfa Márquez. Juntas organizaban cada detalle en la iglesia: si una arreglaba las flores, la otra preparaba el altar; si una limpiaba, la otra vestía las imágenes. Su entrega y compromiso eran inquebrantables, y su presencia, indispensable en cada celebración. El amor y la dedicación con los que servían fueron un verdadero ejemplo de lo que significa vivir la fe de manera activa y generosa.
Blanca y Malfa compartieron no solo una amistad profunda, sino también un compromiso mutuo por la iglesia y la comunidad. Su amistad fue una extensión de su fe, un reflejo de cómo el servicio a Dios y a los demás puede unir a las personas en un lazo inquebrantable.
Aunque la enfermedad que aquejaba a Blanca la debilitó físicamente, su espíritu nunca decayó. Durante su tiempo de sufrimiento, continuó siendo un faro de esperanza y fe para quienes la rodeaban, siempre con una sonrisa y una palabra de aliento. Hoy, mientras recordamos a Blanca Martínez, encontramos consuelo al saber que ella, al igual que Malfa, ya se encuentra en la patria celestial, gozando de la presencia de Dios a quien tanto sirvieron.
Blanca y Malfa, dos grandes mujeres, dos grandes amigas, siguen siendo un ejemplo vivo de lo que significa vivir una vida de fe, servicio y amistad en Cristo. Su legado continuará iluminando la comunidad de El Cardo, donde su amor y dedicación siguen siendo fuente de inspiración para todos.
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