Mons. Mario Busquets fue ordenado obispo de la Prelatura de Chuquibamba

Mons. Mario Busquets Jordá, nacido en Viloví de Oñar, Gerona, Cataluña, España, el 3 de marzo de 1935, desde joven sintió el llamado a la vida religiosa. Tras descubrir su vocación, decidió ingresar al seminario diocesano para formarse como sacerdote. Su dedicación y discernimiento lo llevaron a una vida de servicio en la Iglesia.

Luego de completar sus estudios eclesiásticos, fue ordenado sacerdote para la Diócesis de Gerona el 19 de marzo de 1958, de manos del entonces obispo Mons. Josep Cartañà Inglés. Su ministerio pastoral comenzó en España, y posteriormente extendió su labor misionera a Perú, donde desempeñó una destacada función en la vida religiosa y social del país.

En reconocimiento a su labor incansable y su entrega al servicio de la Iglesia, el 5 de agosto de 1998, el Papa Juan Pablo II le otorgó el título honorífico de Prelado de Honor de Su Santidad. Este honor fue un reflejo del profundo respeto y aprecio que se le tenía dentro de la comunidad eclesiástica.

En 2001, Mons. Busquets recibió un nuevo llamado a servir a la Iglesia en Perú, siendo nombrado Obispo-Prelado de la Prelatura de Chuquibamba, cargo que asumió con gran compromiso. Fue consagrado obispo el 24 de marzo de 2001, en una solemne ceremonia celebrada en la ciudad de Camaná. Durante su consagración, eligió como lema episcopal la frase en latín “Evangelizare Jesum Christum” (Evangelizar a Jesús Cristo), reflejando su profunda vocación evangelizadora.

A lo largo de sus 14 años al frente de la Prelatura de Chuquibamba, Mons. Busquets fue un líder cercano y comprometido con las necesidades espirituales y sociales de su comunidad. En mayo de 2015, al cumplir los 75 años, presentó su renuncia al Papa Francisco, conforme al derecho canónico, y fue sucedido por Mons. Jorge Enrique Izaguirre Rafael.

Actualmente, Mons. Mario Busquets, ya jubilado, ostenta el título de Obispo emérito. Su legado sigue vivo en la Prelatura de Chuquibamba, donde su influencia y dedicación perduran entre los fieles que tuvieron el privilegio de ser guiados por él.