En el marco de la reunión del clero en la Catedral de Camaná, Monseñor Juan Carlos Asqui Pilco, Administrador Apostólico de la Prelatura de Chuquibamba, dirigió una homilía centrada en la necesidad de vivir la fe desde su esencia y no solo en lo exterior.
Durante su mensaje, Monseñor Asqui Pilco destacó que la Cuaresma es un tiempo propicio para la reflexión y la conversión genuina. "La palabra de Dios nos invita a cuestionarnos y replantearnos nuestras actitudes. Jesús nos dice: 'Si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de Dios'. En tiempos de Jesús, el justo era aquel que vivía los mandamientos de Dios con autenticidad, pero los fariseos y escribas se centraban en las apariencias, sin vivir en esencia la fe. Esto también puede sucedernos hoy: podemos enfocarnos en lo externo y olvidar el mandamiento central del amor al prójimo", expresó.
El prelado enfatizó que muchas veces los creyentes caen en el error de medir su fe por prácticas externas, dejando de lado la caridad y la misericordia. "Podemos ir a misa, comulgar, confesarnos frecuentemente, pero si no hay amor, si no hay caridad en nuestras palabras y acciones, estamos perdiendo el verdadero sentido de la fe", advirtió.
Asimismo, hizo un llamado a los fieles a revisar su compromiso con el Evangelio y con los más necesitados. "Jesús vino a sanar, a estar con los pobres y los enfermos, pero a veces nuestra preocupación se queda solo en lo visible. Debemos preguntarnos: ¿Estamos viviendo la esencia de la fe o solo la revestimos de prácticas externas?", reflexionó.
Con esta homilía, Monseñor Asqui Pilco motivó a los sacerdotes y fieles presentes a asumir la Cuaresma como un tiempo de cambio interior y de servicio al prójimo, reafirmando que la verdadera vivencia cristiana se fundamenta en el amor y la coherencia de vida.
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