Manuel Briceño invita a la conversión en su reflexión sobre el III Domingo de Cuaresma

A través de la secuencia Duc In Altum, el Seminario Nuestra Señora de Quilca ha compartido en redes sociales un video en el que el seminarista Manuel Briceño ofrece un breve comentario sobre el Evangelio según San Lucas 13, 1-9, correspondiente al III Domingo de Cuaresma (C). Su mensaje ha sido recibido con interés por la comunidad, ya que aborda la respuesta de Dios ante el sufrimiento y la injusticia, destacando el llamado a la conversión.

En su reflexión, Manuel Briceño plantea la pregunta que muchas veces nos hacemos ante una injusticia: "¿Por qué sucede el mal?". Explica que el sufrimiento y el dolor no ocurren en abstracto, sino que son realidades vividas por las personas. El seminarista destaca que el Evangelio de este domingo nos ofrece la respuesta de Jesús ante el sufrimiento injusto: en lugar de condenar o buscar explicaciones en castigos divinos, Jesús nos llama a la conversión.

Citando el pasaje evangélico, Briceño recuerda el momento en que algunas personas preguntan a Jesús sobre los galileos que murieron cruelmente a manos de Pilato. Mientras que muchos podrían esperar una confirmación de que esto fue un castigo divino, Jesús rompe con esta idea y, en cambio, invita a la conversión. El seminarista subraya que Dios no castiga ni pone a prueba, sino que el sufrimiento es parte de la vida y, en muchos casos, consecuencia del mal uso de la libertad humana.

Para reforzar su mensaje, Manuel Briceño explica la parábola de la higuera estéril, cuyo dueño quería talar por no dar fruto, pero el leñador intercede para que se le conceda un tiempo más. "Ese tiempo es hoy", enfatiza el seminarista, invitando a todos a aprovechar este tiempo de Cuaresma para una verdadera conversión, no solo como un cambio de actitud, sino como un compromiso real con el amor de Dios.

El mensaje compartido ha sido valorado por los fieles, quienes destacaron la claridad y profundidad de la reflexión. Esta iniciativa resalta la importancia de la vivencia del Evangelio y la renovación de la fe en este tiempo de Cuaresma, preparándonos con corazón sincero para la Pascua.