El cardenal asegura que no ha existido juicio alguno, ni pruebas, ni testigos, y que tampoco ha tenido la oportunidad de ejercer su defensa. En su carta, aclara que el decreto emitido por la Congregaci贸n para la Doctrina de la Fe menciona la existencia de un “fumus delicti” (indicios de delito), pero enfatiza que estos no han sido comprobados en un proceso formal. No obstante, asegura que ha acatado las restricciones impuestas “por el bien de la Iglesia”, aunque sigue negando las acusaciones en su contra.
Asimismo, Cipriani critica la manera en que el comunicado de la CEP vincul贸 la aceptaci贸n de su renuncia con la imposici贸n de restricciones ministeriales. Explica que su renuncia, presentada al cumplir 75 a帽os en diciembre de 2019, responde a una norma establecida en el Derecho Can贸nico y que la decisi贸n del Papa de aceptarla no implica que haya dejado el ministerio episcopal, sino que pas贸 a ser obispo em茅rito.
Finalmente, el cardenal hace un llamado a la “honradez” y a la “responsabilidad de conciencia delante de Dios” de los obispos de la CEP para que rectifiquen lo que considera un grave error y una “mentira” que ha afectado su reputaci贸n y su trayectoria en la Iglesia.
Asimismo, Cipriani critica la manera en que el comunicado de la CEP vincul贸 la aceptaci贸n de su renuncia con la imposici贸n de restricciones ministeriales. Explica que su renuncia, presentada al cumplir 75 a帽os en diciembre de 2019, responde a una norma establecida en el Derecho Can贸nico y que la decisi贸n del Papa de aceptarla no implica que haya dejado el ministerio episcopal, sino que pas贸 a ser obispo em茅rito.
Finalmente, el cardenal hace un llamado a la “honradez” y a la “responsabilidad de conciencia delante de Dios” de los obispos de la CEP para que rectifiquen lo que considera un grave error y una “mentira” que ha afectado su reputaci贸n y su trayectoria en la Iglesia.
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