Ayer, Monse帽or Jorge Izaguirre; Obispo de la Prelatura de Chuquibamba, envi贸 un contundente mensaje en la -homil铆a dominical- a la que nos tiene acostumbrados.
Jes煤s, sin embargo, se mantiene firme en su misi贸n de Mes铆as (Hijo de Dios). Jes煤s tiene que cumplir su misi贸n y camina sin miedo, confiando en Dios que lo env铆a. Jes煤s pide hoy a nosotros, que surjan los profetas veraces que hablen siempre con la verdad y que hablen con valent铆a, con autenticidad de vida.
Por experiencia, sabemos que, no siempre estamos dispuestos a escuchar lo que se nos dice. Claro que, cuando se nos dice algo agradable, cuando se nos reconoce nuestra val铆a, cuando nos alagan, entonces aceptamos las cosas, cuando nos llenan de flores, de reconocimientos, es f谩cil aceptar lo que nos dicen; pero, cuando alguien habla y nos hace saber algo que exige de nosotros un cambio en nuestras vida, en nuestra manera de pensar y de obrar, algo que nos incomoda; cuando alguien nos hace saber la verdad que necesitamos escuchar; entonces, cerramos o铆dos y nuestros corazones.
La verdad a veces no es bien recibida. Por eso, necesitamos profetas hoy en la casa, en el hogar, en la familia, en el barrio, en el trabajo, tambi茅n en la Iglesia. Aquellos hombres y mujeres que llenos del Esp铆ritu y de la ciencia de Dios, nos digan lo que no queramos o铆r, lo que no queramos escuchar, aunque nos duela, que nos corrijan, que nos hagan saber las cosas cuando no las hacemos bien. Que no solamente recibamos los halagos y los reconocimientos, que tambi茅n sepamos recibir las correcciones, que nos es f谩cil de recibirlas.
Es bueno que alguien, mam谩, pap谩, abuelo, t铆a, t铆o, un amigo de verdad, un sacerdote, nos recuerde los valores que a veces descuidamos y olvidamos; y que no practicamos. Cuando nos cuesta perdonar, cuando estamos siendo groseros con alguien, cuando estamos siendo irrespetuosos con alguien, cuando lanzamos un chiste de mal gusto, por racismo, desprecio a la persona, por su condici贸n, color de piel, por su bagaje social, cuando alguien se atreve a hacer un chiste que deja mal a la mujer, alguien tiene que decir “Oye, esto no es tan agradable.” Alguien tiene que poner la cuota de verdad y lucidez, en medio de los momentos que a veces son momentos de oscuridad en nuestra vida.
Si alguien es ego铆sta o altanero, se nos tiene que recordar, si somos as铆, presumidos, ego铆stas, altaneros, sinti茅ndonos m谩s que los dem谩s, alguien nos tiene que decir que eso no es correcto. Que la persona humana, mientras m谩s se exalta as铆 misma queda peor; pero, mientras m谩s humilde es, queda mejor. Entonces, necesitamos aquellos que corrigen; pero, es importante que cuando se trata de corregir, no se trata de hacerlo con la actitud del que es perfecto, del que lo tiene todo resuelto ¡no!, cuando corrijamos hay que hacerlo bien. La motivaci贸n es muy importante.
Cuando corregimos a alguien para buscar su bien, si es que vamos a decir su verdad al otro solamente para sentirnos mejores que el otro, est谩 mal la cosa; pero, cuando vamos con la intenci贸n, el deseo de que esta persona mejore, solo buscar su bien; entonces, est谩 bien orientada nuestra correcci贸n.
Buscar el bien de los dem谩s, siempre debe ser el camino, como Jes煤s nos ense帽贸 y San Pablo no los ha recordado. Ese camino siempre es el amor. Que esa siempre sea nuestra motivaci贸n mayor, que hasta cuando corrijamos, lo hagamos con la ternura y los hagamos con el buen tino y con el buen sentido del amor por el otro, de preocupaci贸n sincera por el otro. Todo esto se aplica a todos nosotros. Todos debemos esforzarnos en vivir en el amor cristiano.