El Papa Francisco pidió ser “hombres de esperanza” a los participantes del Capítulo General de la Orden de los Siervos de María. Así lo indicó el Santo Padre en un texto repartido entre los participantes del Capítulo en la audiencia que les concedió este viernes 25 de octubre en una sala cercana al Aula Pablo VI del Vaticano.
“Ser hombres de esperanza significa cultivar el diálogo, la comunión y la fraternidad, que son perfiles de santidad. De hecho, la santificación es un camino comunitario, que debe hacerse de dos en dos. Así lo reflejan algunas comunidades santas”, explicó el Papa.
Además, el Pontífice señaló que ser hombres de esperanza significa “encontrar la valentía de enfrentar los desafíos actuales” y citó como ejemplo el “utilizar los medios de comunicación de manera responsable”.
Los medios de comunicación, dijo el Papa, “transmiten noticias positivas, pero también pueden destruir la dignidad de las personas, debilitar el ímpetu espiritual, herir la vida fraterna. Se trata de educarse para el uso evangélico de estas herramientas”.
Otro desafío destacado por el Santo Padre fue la “multiculturalidad”. “No hay duda que las comunidades religiosas católicas se han convertido en ‘laboratorios’ en este sentido, no sin problemas y, sin embargo, ofrece a todos un signo claro del Reino de Dios, al que están invitados todos los pueblos, a través del único Evangelio de salvación. No es fácil vivir las diferencias humanas en armonía, pero es posible y es un motivo de alegría si hacemos espacio para el Espíritu Santo”, señaló.
En esta línea, el Pontífice invitó a que sus comunidades sean “signo de la fraternidad universal, escuela de acogida y de integración, lugares de apertura y de relación”, porque “con este testimonio ayudarán a tener lejos las divisiones, los prejuicios de superioridad o inferioridad, los recintos culturales, étnicos, lingüísticos, los muros de separación”.
“Sus comunidades serán así en la medida que ustedes sean hombres de comunión, de fraternidad y de unidad, como lo fueron sus fundadores”, dijo el Papa.
Por último, el Santo Padre rezó para que “la Virgen María custodie siempre en ellos la alegría del Evangelio”, por lo que bendijo a todos los hermanos de la Orden y las comunidades confiadas, mientras que les pidió: “Por favor, recen por mí”.
Fuente: ACI Prensa