Hugh Hefner, millonario fundador de la revista pornogr谩fica Playboy, falleci贸 el 27 de septiembre en su mansi贸n a los 91 a帽os. Como figura representativa de las fiestas desenfrenadas y la lujuria, resultar铆a f谩cil pensar que est谩 en el infierno pero, ¿es as铆?
En un art铆culo publicado en su blog Standing on my head, el P. Dwight Longenecker, p谩rroco de Our Lady of the Rosary en Carolina del Sur, Estados Unidos, se hizo esta pregunta: “¿Est谩 Hugh Hefner en el infierno? Espero que no”.
Si la visi贸n del infierno relatada por Santa Faustina Kowalska –“es un sitio de gran tormento” – es verdadera, dijo el sacerdote, “espero que 茅l haya visto el verdadero amor y dijera ‘lo siento. Acepto tu amor. D茅jame ir ahora y servir mi tiempo y ser purificado’”.
El P. Longenecker explic贸 que “no hay nada malo con la forma desnuda del cuerpo humano por s铆 misma. Dios la hizo y Dios no hizo basura. Ciertamente el entendimiento cl谩sico del desnudo en el arte es que es posible apreciar la forma desnuda del cuerpo humano por su ideal de belleza sin erotismo”.
“Sin embargo, esto no era de lo que se trataba Playboy y todos lo saben”, precis贸.
“Esto no era apreciaci贸n est茅tica de la forma humana ni era amor. Era lujuria y, como toda lujuria una cosa lleva a la otra”, dijo, y se帽al贸 que “hay poca duda de que no estar铆amos experimentando la epidemia de pornograf铆a en nuestra sociedad si no fuera por Hugh Hefner y la revista Playboy”.
El sacerdote explic贸 que “la pornograf铆a es un pecado en una larga lista de pecados sexuales: adulterio, fornicaci贸n, masturbaci贸n, prostituci贸n, actos homosexuales, pedofilia, anticoncepci贸n artificial, aborto… ustedes saben la lista completa”.
“Pero, ¿por qu茅 est谩n mal estas cosas? ¿Simplemente porque algunos hombres viejos en t煤nicas rojas en Roma decidieron llegar con una lista de cosas sucias para hacer a la gente sentirse culpables? ¿Est谩 mal porque los cristianos piensan que el sexo es sucio?”.
“No. Algo est谩 mal porque distorsiona o destruye algo que es bello, bueno y verdadero. El mal no es nada positivo y bueno. Es siempre una cosa rota o retorcida o destruida”, precis贸.
El P. Longenecker a帽adi贸 que “los pecados sexuales est谩n mal porque rompen la cosa bella, verdadera y buena llamada matrimonio. Dios cre贸 hombre y mujer para que se amen uno al otro y se donen el uno al otro totalmente, y de esto traer nueva vida y nuevas almas eternas”.
“Los pecados sexuales que Playboy promovi贸 escupen en todo eso. Pisotean eso”.
El resultado y legado de la industria de la pornograf铆a, dijo, “son mujeres tratadas como juguetes. El resultado son embarazos no deseados, mujeres abandonadas y ni帽os abortados”.
Por su parte, el P. Matthew Schneider dijo que "deber铆amos rezar por Hugh Hefner", sin embargo precis贸 adem谩s que "no podemos olvidar rezar por todas aquellas vidas que arruin贸 con su imperio de pornograf铆a".
