domingo, 15 de mayo de 2016

San Isidro Labrador

Historia
San Isidro Labrador nace en Madrid el 4 de abril de 1082, donde vive humildemente con su familia hasta que, ante la inminente invasión árabe, se traslada a Torrelaguna. Allí se casa con Santa María de la Cabeza, en el 1109, y 10 años después regresa a Madrid para trabajar como criado para la familia Vargas, viviendo en la casa que ésta tenía para los mozos de labranza, junto a la parroquia de San Andrés. Allí nace su único hijo, Juan.


Labrador y carpintero de vida sencilla, marcada por una profunda fe y devoción a la Virgen, y espíritu caritativo. Todos los días, de madrugada, acudía a la iglesia de Santa María de la Concepción, hoy Catedral de la Almudena, y a la ermita de Santa María Magdalena, por la que tenía especial devoción. Por la tarde, repetía sus itinerarios marianos, lo que provocaba las críticas de algunos de sus compañeros, que le calumniaban por tener abandonado el trabajo. Además de esta vida de oración y este fervor por la Virgen, se consagró a los pobres, con la ayuda de su mujer, que compartía con él su amor por los más necesitados.

Sus milagros, muy sencillos, se correspondían con su tipo de vida. Así, una vez hizo brotar un torrente de una roca, para dar agua a su amo sediento. Salvó con sus oraciones a su hijo Juan, que cayó a un pozo, del que fue salvado milagrosamente. Su patrón fue testigo de algunos de estos milagros, por lo que cuando San Isidro murió, el 30 de noviembre de 1172, a los 90 años, todos lo consideraban ya un santo.

Enterrado primero en el cementerio de la parroquia de San Andrés, fue trasladado a la Iglesia, ya que la lluvia desenterró su cuerpo incorrupto. Alfonso VIII en 1212 mandó que hicieran un arcón para enterrar su cuerpo. Allí permanece hasta 1619, fecha en que es beatificado por la Santa Sede, con 438 milagros aprobados. Pablo V firma el decreto y se fija su fiesta para el 15 de mayo. Fue canonizado en 1622 por el papa Gregorio XV. En tiempos de Carlos III, su cuerpo se traslada a la Colegiata donde se encuentra hoy.

El 11 de agosto de 1697, Inocencio XII declara a su mujer Beata, y en 1752 es proclamada como Santa María de la Cabeza.

Oración
¡Oh Glorioso san Isidro Labrador!,
tú que humilde de nacimiento,
recibiste de tus padres cristiana educación
y fuiste guiado para amar, glorificar, respetar
y no ofender nunca a Dios;
que desde niño te entregaste
a la caridad con el prójimo,
que diariamente y con gran fervor,
practicabas la oración,
asistías al alba devotamente a misa
y recibías el sacramento de la Comunión,
concédenos tu espíritu de entrega y amor
para esperar todo de Dios
y confiar siempre en su Palabra.

Bendito san Isidro Labrador
tú que trabajaste con lealtad,
mientras no olvidabas rezar al Señor,
y que repartías lo que ganabas
entre los más pobres y necesitados,
ayúdanos a conseguir un buen trabajo
con el que podamos vivir dignamente,
por favor, socórrenos en esta difícil situación:

(hacer la petición)

Milagroso san Isidro Labrador,
tú que fuiste un hombre de familia,
trabajo, entrega y oración
que nunca desagradaste al Señor
te rogamos con inmensa esperanza
que lleves nuestra apremiante súplica ante El
y que intercedas para que nos sea concedida.

Santo entre los Santos,
tú que obraste tantos milagros,
tú que alcanzaste la gloria celestial,
pídele a Dios que nos de su bendición,
que nos proteja de todo mal
y que con su Luz:
ilumine nuestros corazones,
asegure nuestras almas
y nos de la sabiduría de los sencillos como tú.

Por Jesucristo nuestro Señor,

Así sea.