HISTORIA
La Legio Mariae nació en Dublín, en Irlanda, por iniciativa de unas quince personas que, bajo la guía de Frank Duff –joven funcionario del Ministerio de Economía– dieron vida a una nueva forma de apostolado empezando a visitar de dos en dos, siguiendo el ejemplo de los apóstoles, a los enfermos y a los más necesitados. Los trazos que desde el principio caracterizaron la asociación son la oración en común, el trabajo apostólico y la reunión semanal a la que todos los miembros tienen el deber de participar. A lo largo de su historia, la Legio Mariae siempre ha gozado de benevolencia y apoyo ante las autoridades eclesiásticas de las diócesis en las que está presente.
IDENTIDAD
Radicada en la espiritualidad mariana y en el abandono al Espíritu Santo, la vida de la Legio Mariae se basa en la fe en la acción conjunta del Espíritu y de la Virgen en la obra de la Redención y en la difusión del reino de Dios en el mundo. Objetivos prioritarios de la Asociación son la santificación de los propios miembros y su participación en la misión evangelizadora mediante el apostolado directo, especialmente entre aquellos que están lejos de la Iglesia; las visitas a domicilio a los enfermos, a los encarcelados, a las familias necesitadas; la enseñanza del catecismo en las parroquias; la formación de los jóvenes; la alfabetización de los emigrantes; el apoyo en los ambientes de drogadicción y de prostitución; la celebración de la liturgia de la Palabra y la organización de encuentros de oración en los lugares desprovistos de sacerdotes. Además de las reuniones semanales de formación los miembros –animados a consagrarse a María según la espiritualidad de san Luis María de Monfort– participan a los retiros espirituales anuales y se comprometen a recitar cada día la “Catena Legionis”, oración a la Virgen que constituye el vínculo de unión.
ESTRUCTURA
La organización fuertemente estructurada de la Asociación tiene como modelo la del ejército romano, de donde deriva el nombre. El cuartel general de la Legio Mariae es el Concilium que tiene sede en Dublín. La unidad de base está constituida por el praesidium, grupo de personas que están presente en las parroquias según las orientaciones de los obispos y de los responsables parroquiales. El conjunto de los praesidia de una parroquia, o de varias parroquias en la misma zona, constituye la curia. El trabajo de las curiae y de los praesidia está coordinado por el Comitium. Regia y Senatus cubren respectivamente territorios de vastas dimensiones y de países enteros. A la Legio Mariae se puede pertenecer como miembros activos, que participan en las reuniones semanales y dedican dos horas a la semana al trabajo apostólico; como miembros pretorianos que tienen las mismas obligaciones que los miembros activos, participan diariamente a la Misa recibiendo la Eucaristía y recitan todos los días las oraciones de la Legión; como miembros auxiliares, que sostienen con la oración el trabajo de los miembros activos en el apostolado, difunden el conocimiento de la Legio Mariae y la devoción a la Virgen; como miembros adjuntos, que a los compromisos de los miembros auxiliares añaden el de la participación diaria a la Misa recibiendo la Eucaristía.
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