Hace un año, el Vaticano dio por terminadas una serie de mejoras en la climatización e iluminación de las diferentes salas de los Museos Vaticanos, con especial dedicación a la Capilla Sixtina. Unas labores que han sido todo un éxito y harán que la Capilla más famosa del mundo probablemente no tenga que ser restaurada en el futuro.
Los responsables de los Museos acaban de hacer balance de estas mejoras, junto con las efectuadas en la Capilla Paulina, toda ella dedicada a San Pablo, que de momento permanece cerrada al público puesto que es la capilla privada del Papa.
En una presentación organizada a los medios de comunicación y a diversas personalidades, el director de los Museos, Paolo Paolucci, reconoció que las legendarias pinturas “han superado la prueba con las tórridas temperaturas de este verano”. Se refería de esta manera a los meses de julio y agosto de 2015 en los que la mayor parte de Europa, incluida Roma, tuvo que hacer frente a temperaturas más elevadas de lo habitual que podían haber puesto en peligro la conservación del patrimonio artístico.
La presentación tuvo lugar en la Sala Regia de los Palacios Apostólicos, en la que confluyen la Capilla Sixtina y la Capilla Paulina. Las pinturas de la Sixtina son las más famosas de Miguel Ángel: 2.500 metros cuadrados de pintura mural que forman el mayor y más importante conjunto de arte del Renacimiento.
En el evento se presentaron las actas del Congreso “Capilla Sixtina, veinte años después. Nuevo respiro, nueva luz” que se celebró hace justo un año para conmemorar los 450 años de la muerte de Miguel Ángel y los veinte años del final de los trabajos de restauración de la capilla.
En una entrevista a Radio Vaticana, Paolucci subrayó la importancia de estos trabajos porque “garantizan las mejores condiciones de salud y por tanto de supervivencia de las pinturas más famosas del mundo”.
El director de los Museos también reveló que los visitantes “nos lo agradecen, porque la nueva iluminación led permite ver la Capilla Sixtina como antes no se podía”.
“La Capilla Sixtina es la seña de identidad de nuestra Iglesia: no hay católico que al menos una vez en la vida no desee poner un pie dentro… y después, es el manual básico de la historia del arte italiano”. Por ello “es visitada por seis millones de personas cada año”, aseguró Paolucci.
Además de las mejoras en la iluminación, se puso en marcha un nuevo sistema de purificación del aire y mejora del ambiente para evitar que el polvo que llega desde el exterior, el sudor y el dióxido de carbono perjudiquen a estas obras de arte que tienen más de 500 años.
Una de las encargadas de los trabajos de rehabilitación, Vittoria Cimino, aseguró que “en nuestra opinión, el resultado más interesante de los (recientes) estudios es que la Capilla Sixtina no necesita ser restaurada otra vez”.
La famosa Capilla, que alberga la elección de los nuevos pontífices cada vez que se celebra un Cónclave, recibe al día entre 1.800 y 2.000 personas, por lo que los responsables de su conservación advirtieron en la presentación de que las obras de restauración “han sido fundamentales”.
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