Tras el rezo del Ángelus este domingo en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco saludó de manera especial a la Hermandad del Señor de los Milagros en Roma, que hoy realizó una procesión que reunió aproximadamente a unas dos mil personas en su mayoría inmigrantes del Perú.
El Santo Padre resaltó la devoción con la que la Hermandad y los fieles de distintos lugares de América Latina portaron la venerada imagen y exclamó: “¡Cuántos peruanos hay en casa!”.
El Pontífice destacó también cómo estos fieles llevaron “en procesión la imagen venerada en Lima, en el Perú, y donde quiera que haya inmigrantes peruanos. ¡Gracias por su testimonio!”.
En declaraciones a ACI Prensa, el mayordomo de la Hermandad del Señor de los Milagros en Roma, Julio Molina, comentó que en esta procesión participa “la comunidad latinoamericana con las hermandades que vienen de otras ciudades de Italia como Nápoles y Perugia. Este año además han venido también desde Valencia y Madrid” en España.
Sobre la experiencia de compartir este intenso momento con el Papa Francisco en el corazón de la cristiandad, Molina dijo que “es un sentimiento que no se puede describir, es algo que todo el mundo quiere sentir y nosotros siempre abrimos las puertas para que todos los que quieran venir, tenga la oportunidad de experimentar esto que podemos compartir al mundo”.
La Hermandad del Señor de los Milagros tiene en Roma alrededor de 200 miembros divididos en cuatro cuadrillas.
Desde hace unos diez años aproximadamente llegan hasta la Plaza de San Pedro para compartir su devoción con los miles de peregrinos que asisten al Ángelus dominical en el mes de octubre.
El Señor de los Milagros
El Señor de los Milagros, también llamado Cristo de Pachacamilla, Cristo Morado o Cristo Moreno es una imagen de Jesús pintada en una pared de adobe que se conserva en el Altar Mayor del Santuario de Las Nazarenas de Lima (Perú).
A mediados del siglo XVII los negros de Angola formaron la cofradía de Pachacamilla y levantaron una edificación en donde uno de ellos pintó en la pared la imagen de Cristo.
El 13 de noviembre de 1655 un fuerte terremoto sacudió a Lima y Callao destruyendo buena parte de la ciudad y dejando varios miles de muertos. Todas las paredes de la Cofradía de los angoleños se cayeron pero el muro de adobe con la imagen del Cristo permaneció en pie perfectamente, lo que fue considerado un milagro.
Cada año aumenta la fe al que llamaron Señor de los Milagros y hoy en día su procesión por las calles de lima en el mes de octubre congrega a millones de personas de diferentes partes del mundo.
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