Cercanos a la fiesta lit煤rgica de San Juan Pablo II, que se celebra cada 22 de octubre, aqu铆 una novena para pedir la intercesi贸n de aquel que dio inici贸 a la Jornada Mundial de la Juventud y viaj贸 por muchos pa铆ses del mundo, buscando la paz entre las naciones.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Esp铆ritu Santo…
Oraci贸n de San Juan Pablo II por la familia
Oh Dios, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, Padre, que eres Amor y Vida, haz que en cada familia humana sobre la tierra se convierta, por medio de tu Hijo, Jesucristo, "nacido de Mujer", y del Esp铆ritu Santo, fuente de caridad divina, en verdadero santuario de la vida y del amor para las generaciones porque siempre se renuevan.
Haz que tu gracia gu铆e a los pensamientos y las obras de los esposos hacia el bien de sus familias y de todas las familias del mundo.
Haz que las j贸venes generaciones encuentren en la familia un fuerte apoyo para su humanidad y su crecimiento en la verdad y en el amor.
Haz que el amor, corroborado por la gracia del sacramento del matrimonio, se demuestre m谩s fuerte que cualquier debilidad y cualquier crisis, por las que a veces pasan nuestras familias.
Haz finalmente, te lo pedimos por intercesi贸n de la Sagrada Familia de Nazaret, que laIglesia en todas las naciones de la tierra pueda cumplir fruct铆feramente su misi贸n en la familia y por medio de la familia. T煤, que eres la Vida, la Verdad y El Amor, en la unidad del Hijo y del Esp铆ritu santo. Am茅n.
Primer d铆a: Luces y sombras de la familia en la actualidad (Familiaris Consortio 9)
A la injusticia originada por el pecado —que ha penetrado profundamente tambi茅n en las estructuras del mundo de hoy— y que con frecuencia pone obst谩culos a la familia en la plena realizaci贸n de s铆 misma y de sus derechos fundamentales, debemos oponernos todos con una conversi贸n de la mente y del coraz贸n, siguiendo a Cristo Crucificado en la renuncia al propio ego铆smo: semejante conversi贸n no podr谩 dejar de ejercer una influencia beneficiosa y renovadora incluso en las estructuras de la sociedad.
Se pide una conversi贸n continua, permanente, que, aunque exija el alejamiento interior de todo mal y la adhesi贸n al bien en su plenitud, se act煤a sin embargo concretamente con pasos que conducen cada vez m谩s lejos. Se desarrolla as铆 un proceso din谩mico, que avanza gradualmente con la progresiva integraci贸n de los dones de Dios y de las exigencias de su amor definitivo y absoluto en toda la vida personal y social del hombre. Por esto es necesario un camino pedag贸gico de crecimiento con el fin de que los fieles, las familias y los pueblos, es m谩s, la misma civilizaci贸n, partiendo de lo que han recibido ya del misterio de Cristo, sean conducidos pacientemente m谩s all谩 hasta llegar a un conocimiento m谩s rico y a una integraci贸n m谩s plena de este misterio en su vida.
Oraci贸n a San Juan Pablo II
¡Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo d贸nanos tu bendici贸n!
Bendice a la Iglesia, que t煤 has amado, servido, y guiado, anim谩ndola a caminar con coraje por los senderos del mundo para llevar a Jes煤s a todos y a todos a Jes煤s.
Bendice a los j贸venes, que han sido tu gran pasi贸n. Conc茅deles volver a so帽ar, volver a mirar hacia lo alto para encontrar la luz, que ilumina los caminos de la vida en la tierra.
Bendice las familias, ¡bendice cada familia!
T煤 advertiste el asalto de Satan谩s contra esta preciosa e indispensable chispita de Cielo, que Dios encendi贸 sobre la tierra. San Juan Pablo, con tu oraci贸n protege las familias y cada vida que brota en la familia.
Ruega por el mundo entero, todav铆a marcado por tensiones, guerras e injusticias. T煤 te opusiste a la guerra invocando el di谩logo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para que seamos incansables sembradores de paz.
Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te vemos junto a Mar铆a, haz descender sobre todos nosotros la bendici贸n de Dios. Am茅n.
Se mencionan las intenciones de la Novena y luego se rezan tres Padrenuestros, Avemar铆as y Glorias.
Oraci贸n de San Juan Pablo II a la Virgen Mar铆a (Evangelium Vitae)
Oh Mar铆a, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a ti confiamos la causa de la vida: mira, Madre, el n煤mero inmenso de ni帽os a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace dif铆cil vivir, de hombres y mujeres v铆ctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alc谩nzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegr铆a de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valent铆a de testimoniarlo con sol铆cita constancia, para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilizaci贸n de la verdad y del amor, para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. Am茅n.
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