CARRUSEL

lunes, 14 de septiembre de 2015

Hoy se celebra la Exaltaci贸n de la Santa Cruz


Cada 14 de septiembre se celebra la Exaltaci贸n de la Santa Cruz “en la que se muere para vivir; para vivir en Dios y con Dios, para vivir en la verdad, en la libertad y en el amor, para vivir eternamente”, como dijo vez San Juan Pablo II.

Seg煤n la historia, por el siglo IV, la emperatriz Santa Elena encontr贸 el madero en que muri贸 Cristo Redentor. Sin embargo, en el 614 la Cruz fue tomada de Jerusal茅n por los Persas como trofeo de guerra.

M谩s adelante, el emperador Heraclio la rescat贸 y el madero retorn贸 a la Ciudad Santa un 14 de septiembre de 628. Desde entonces se celebra lit煤rgicamente esta festividad.

Al llegar de nuevo la Santa Cruz a Jerusal茅n, el emperador dispuso acompa帽arla en solemne procesi贸n, pero vestido con todos los lujosos ornamentos reales, y de pronto se dio cuenta de que no era capaz de avanzar.

Entonces el Arzobispo de Jerusal茅n, Zacar铆as, le dijo: "es que todo ese lujo de vestidos que lleva, est谩n en desacuerdo con el aspecto humilde y doloroso de Cristo, cuando iba cargando la cruz por estas calles".

El emperador se despoj贸 de su manto de lujo y de su corona de oro, y descalzo, empez贸 a recorrer as铆 las calles y pudo seguir en la piadosa procesi贸n.

Para evitar nuevos robos, el Santo Madero fue dividido en varios pedazos y repartidos a Roma y Constantinopla, mientras que un tercero se qued贸 en Jerusal茅n en un hermoso cofre de plata. Otro se parti贸 en peque帽as astillas para ser repartidas en diversas iglesias del mundo, las cuales fueron llamadas “Veracruz” (verdadera cruz).

En la vida de los santos se narra que San Antonio Abad, al ser atacado por terribles tentaciones del demonio, hac铆a la se帽al de la cruz y el enemigo hu铆a. Desde ese tiempo, se dice, que se hizo costumbre el hacer la se帽al de la cruz para librarse de males.

Otro hecho de lo poderoso y sagrado de este signo lo mostr贸 la Sant铆sima Virgen Mar铆a, quien al aparecerse por primera vez a Santa Bernardita y al ver que la ni帽a quiso santiguarse, nuestra Se帽ora se persign贸 muy despacio para ense帽arle que es necesario hacerlo calmadamente y con m谩s devoci贸n.
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