viernes, 21 de agosto de 2015

Hoy se inicia la Novena a Santa Rosa de Lima, Patrona de América y las Filipinas


“No debemos cansarnos de ayudar a nuestro prójimo, porque en ellos servimos a Jesús”, decía Santa Rosa de Lima, Patrona de América y las Filipinas, cuya fiesta se celebra el 30 de agosto en su tierra el Perú y en otros países en donde es muy venerada. (En el santoral universal se le recuerda el día 23).

Próximos a la fiesta de la primera Santa del continente americano, aquí una novena que puede ser rezada en familia, comunidad, grupo o de manera personal.

Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre, Redentor mío, por ser vos quien sois, bondad infinita y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Animado con tu divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta, para el perdón de mis pecados. Amén

Oración preparatoria

Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que supiste lo que es amar a Jesús con un corazón tan fino y generoso. Que despreciaste las vanidades del mundo para abrazarte a su cruz desde tu más tierna infancia. Que profesaste una gran ternura y dedicación a los más desvalidos sirviéndolos como al mismo Jesús. Que amaste con filial devoción a la Virgen María. Enséñanos tus grandes virtudes para que, siguiendo tu ejemplo, podamos gozar de tu protección y de tu compañía en el cielo. Te rogamos también aceptes el obsequio de esta novena y nos obtengas del Señor las gracias que pedimos por tu intercesión, si son para su mayor gloria y bien de nuestras almas. Así sea.

- Pídase las gracias que se desee

Día Primero: Pidamos a Santa Rosa crecer en la confianza en la Providencia del Padre

Amantísimo Señor Dios, Trino y Uno, que como en la antigua ley, os complacíais en que os llamasen Dios de aquellos grandes Santos Patriarcas, hoy no menos os agradáis, en que os llamemos, Dios de la Rosa de Santa María: nos alegramos y gozamos con el mismo gozo, con que ella se complacía en vuestras divinas perfecciones, en especial, de que seáis un Ser tan infinitamente perfecto, que de nadie depende, y todo depende de vuestro Ser, y os pedimos por vuestra soberana independencia, y por el asimiento, que tuvo siempre a Vos vuestra finísima Santa Rosa, nos concedáis un apartamiento total de cuanto es contra vuestra voluntad, a que vivamos y muramos asidos a Vos; y lo que en esta novena os pedimos a mayor honra y gloria vuestra.

Padre Nuestro que estás en el cielo

En todo momento, Rosa confiaba en que Dios la sostenía a ella y su familia y que atendería sus ruegos. Repetidas ocasiones Dios le hizo ver su cuidado amoroso, en lo espiritual y lo material.- Un día el Señor le presentó un gran número de rosas esparcidas por el suelo y le dijo: "Rosa, hazme una guirnalda de flores con estas rosas…"- Ella obedeció y luego de ello Cristo cogió una de ellas y le dijo: “Esta rosa eres tú, y de esta me encargo Yo para cuidar de ella con singular cuidado”.

(Padrenuestro, avemaría y Gloria)

Oración final para cada día

Os doy gracias, o Señor, de la asistencia especial que me habéis prestado en esta novena. Continuad siempre en vuestras misericordias sobre de mí, a satisfacción de mis pecados, en sufragio de las almas del purgatorio y por la conversión de los pecadores. Perdonadme todas las faltas que he cometido. Y juntando el poco bien que he hecho con los inconmensurables méritos de Jesucristo, concededme por Él todas aquellas gracias que son necesarias a mi eterna salud, especialmente una plenaria remisión de la pena debida a mis culpas, que nuevamente lloro y detesto, resuelto como estoy de conducir en lo futuro una vida toda en conformidad a vuestros Santos Mandamientos. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

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